El complemento perfecto para los días más calurosos para refrescarte mientras pierdes peso
Los tés e infusiones se han convertido en una de las herramientas más recurridas a la hora de perder peso. Sus variedades y múltiples propiedades nos permiten escoger aquel que se adapte más a lo que buscamos conseguir pero con la llegada del verano, disfrutar de un té se hace un poco más costoso.
Con las altas temperaturas lo que menos apetece es tomarse una bebida caliente y aunque siempre puedes optar por echarle unos cuantos hielos, hoy te proponemos una alternativas
para no abandonar esta bebida durante el verano.
El jengibre es una planta a la que se le atribuyen propiedades relacionadas con la pérdida de peso. Una de ellas es su capacidad para acelerar el metabolismo, propiciando la quema de grasas. Además puede ser útil para prevenir los gases y reducir la hinchazón abdominal, ya que tiene propiedades antiinflamatorias.
Los tés de jengibre son muy recurridos cuando hablamos de adelgazar y ahora, su versión helada ha calado en el mundo fitness.
Así es cómo puedes prepararlo y llevarlo contigo a cualquier parte este verano.
- 5 gramos de jengibre.
- El zumo de dos limones.
- 700 ml. de agua.
- Opcional: una cucharada de miel, canela o hierbabuena.
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Primero pelamos, lavamos y escurrimos el jengibre. Lo cortamos en rodajas finas y lo hervimos en agua unos 5-10 minutos. Después dejamos reposar otros 5 minutos más antes de colarlo. Servimos en una jarra y le añadimos el zumo de limón. Incorporamos los hielos y listo para servir.
El mejor momento del día para tomar el té de jengibre es hacerlo en ayunas, nada más despertarnos, o bien después de la comida.