Nuestra salud y buen gusto depende de cómo almacenamos los alimentos, cómo los disponemos en la nevera y el congelador. El almacenamiento adecuado de los alimentos es especialmente importante después de Navidad, cuando nos queda mucha comida y no queremos desperdiciarla. Hay algunas reglas básicas a seguir para almacenar de manera segura tanto alimentos crudos como comidas preparadas. También vale la pena prestar atención a las funciones y soluciones adicionales utilizadas en los refrigeradores, que garantizan nuestra seguridad y prolongan la vida útil de los productos alimenticios.
Se sabe que en una temperatura baja, como en un refrigerador (la temperatura óptima es de 2 ° C – 5 ° C), el proceso de multiplicación bacteriana se ralentiza significativamente. Las tecnologías modernas, de las que hablaremos en un momento, le permiten disfrutar de la frescura y el sabor de nuestros productos alimenticios por más tiempo, pero no pueden reemplazarnos en todo.
Esto es lo que podemos hacer para que el almacenamiento sea más seguro y eficiente:
- Utilice recipientes para alimentos y bolsas para congelar para proteger los productos alimenticios.
- Los productos cocidos, especialmente la carne, deben mantenerse en un estante que no sea crudo.
- Enfríe las sobras lo antes posible (idealmente dentro de 2 horas), refrigere y coma dentro de 2 días.
- Esté atento a las fechas de caducidad de los productos etiquetados, describa lo que está congelando. ¡Nunca volver a congelar!
- La distribución de los productos en el interior del frigorífico debe garantizar la circulación del aire, de forma que no puedan ser demasiado densos, ni adheridos a las paredes del aparato.
- Recuerda disponer los productos adecuadamente en el frigorífico.
¿Cómo almacenar de manera óptima los productos en el refrigerador?
Existe una estratificación térmica en el interior del aparato frigorífico y es en base a ello que debemos disponer los alimentos en el frigorífico. Según las recomendaciones de los fabricantes de equipos, en el estante superior deberíamos almacenar productos como mermeladas y conservas, así como leche, kéfirs y yogures.
En el estante del medio escondemos productos de vida corta, como queso blanco, requesón o salchichas loncheadas. También podemos poner platos caseros aquí, recordando taparlos bien.
Los cajones inferiores son el lugar perfecto para guardar verduras y frutas. Los menos duraderos, como las frambuesas o las fresas, se pueden conservar uno o dos días sin lavar. Sin embargo, la lechuga o el cebollino pueden tardar hasta varios días.
Los estantes laterales son adecuados para contener aceite vegetal, tarros de conservación, rábano, jugos de cartón y botellas de salsa. Por lo general, también hay un contenedor de huevos en la puerta del refrigerador. Se pueden almacenar durante 2-3 semanas, pero cuidado: ¡no los laves!