Comer sano puede significar varias cosas, pero para perder peso necesitas déficit calórico. ¿Cómo hacerlo sin hacer dieta?.
Si bien las cosas se pueden complicar, especialmente por los antojos, el conocimeinto y la experimentación puede generar una sinergia positiva para los nuevos hábitos. Son esos momentos difíciles los que te enseñarán a comer sano, desde la propia visita al supermercado, así que todo depende de ti.
Nosortos te aconsejamos, ahora las emociones y tu decisión de mantenerte bien físicamente y lograr el bienestar que quieres es cuestión tuya y solo tuya.
Reduce tus carbohidratos refinados
Las soluciones dietéticas modernas a menudo enfatizan eliminar los carbohidratos de sus comidas diarias, pero esto no está escrito en piedra.
Para comer sano, mantén una cantidad adecuada de carbohidratos en tu alimentación es una buena idea si eres activo, pero asegúrate de priorizar las opciones complejas y minimizar los refinados, que no contienen tanta fibra dietética y tienden a ser escasos de nutrientes.
Añade a tu dieta más fibra dietética
Ingerir suficiente fibra dietética en su dieta puede ayudar a controlar el peso al aumentar la sensación de saciedad, de modo que no sientas la tentación de consumir más de lo que tu cuerpo realmente necesita.
La mayoría de las frutas y verduras son ricas en fibra, al igual que las legumbres como los frijoles y los guisantes.
Obviamente la avena y otras harinas alternativas tampoco pueden faltar, porque hay cientos de recetas que los vinculan con comer sano.
Protege tus intestinos con buenos alimentos
Tus intestinos tienen una gran influencia en tu peso porque afecta directamente los nutrientes que se absorben y gestionan la eliminación de los materiales de desecho.
Una acumulación de este último puede provocar toxicidad intestinal que puede provocar inflamación y algo peor.
Una vez más, comer sano significa añadir varias verduras y frutas, que deben estar en el día a día de una dieta debido a su contenido de prebióticos, lo que permite que florezca la flora intestinal.
También se recomiendan los alimentos fermentados debido a su alto contenido de prebióticos, que protegen el intestino de las bacterias dañinas. Ejemplos de tales alimentos incluyen kimchi, yogur griego y tempeh.
Añade proteínas de calidad a tu dieta
Un exceso de proteína sirve para la retención de masa muscular incluso cuando hay un déficit calórico. La sabiduría convencional dicta de 1,4 a 1,6 g de proteína por cada kilogramo de peso corporal para una síntesis óptima de proteínas musculares y al mismo tiempo te proporciona suficientes aminoácidos.
Aparte de los beneficios fisiológicos, la proteína también tiene un efecto muy saciante que es útil a la hora de suprimir las ganas de picotear calorías extra.
- Los huevos son perfectos con algunas verduras por las mañanas.
- Los lácteos como la leche, el queso y el yogur también ayudan en esas tardes difíciles donde los antojos por los dulces pueden ganar.
- Los bocadillos también deben estar en la dieta, pues se puede comer sano sin sumar calorías adicionales.
- Los batidos proteicos o para adelgazar también sirven.
Consejos prácticos para comer sano
Si realmente estás decidido a seguir una dieta y reducir la cantidad de calorías que ingieres, intenta ayunar. Se ha descubierto que produce resultados significativos de pérdida de peso en personas con sobrepeso,
Hay varias formas de adoptar este estilo de dieta, pero el ayuno intermitente es el que ha ganado gran reputación, porque se puede comer sano y delicioso dejando una ventana de 14-16 horas sin comer por 8-10 horas para hacerlo… incluso lo puedes hacer de forma progresiva…
Por supuesto, la densidad de nutrientes y la calidad de los alimentos deben seguir siendo una prioridad durante los períodos sin ayuno o el ayuno no será tan efectivo.
Aparte de los hábitos alimenticios, tus elecciones de estilo de vida también afectarán tu peso, por tanto deben ser reguladas. En particular, la cantidad de sueño y el nivel de estrés que experimentas juegan un papel importante aquí.
Estos factores afectan tu metabolismo, que es la velocidad a la que tu cuerpo contribuye con los alimentos a la energía, así como tu sensibilidad a la insulina.
Por lo tanto, si bien es necesario cuidarte al comer sano, es igualmente importante asegurarse de dormir lo suficiente para que tu cuerpo tenga la oportunidad de descansar y recuperarte.
De manera similar, el estrés puede causar estragos en tus intentos de controlar el peso debido a sus efectos sobre el apetito y los niveles de cortisol. Recuerda que comer por estrés es un culpable tan común del aumento de peso no planificado.
En todo caso, la actividad física regular puede quebrar tanto el estrés, hacerte dormir bien y cortar las calorías extra. Es el complemento ideal al comer sano, que de ninguna manera significa dejar de comer para bajar de peso.
Si tienes algunas preguntas sobre comer sano, déjanos tus comentarios o solicita una receta
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